SINOPSIS
Manolito Gafotas es un chaval de Carabanchel (Carabanchel alto, como a él le gusta apostillar) que se enfrenta, como todos los veranos, a los problemas de los chavales como él: las notas del colegio le han quedado las matemáticas- y la perspectiva de pasar las vacaciones sin salir del barrio, ya que su padre, manolo, camionero de profesión, tiene trabajo para todo el verano. Pero el mes de julio se les hace demasiado cuesta arriba a los miembros de la familia que se quedan en el pequeño piso de Carabanchel (Manolito, su madre, su hermano pequeño y el abuelo, en 50 metros cuadrados) y Manolo, el padre, que empieza a temer por la estabilidad nerviosa de su mujer, encerrada todos los días con los críos en casa, tiene una idea para evitar que la sangre llegue al río, se llevará con él a manolito en el camión, ya que es su primogénito y algún día tiene que empezar a conocer el que será su medio de ganarse la vida cuando se convierta en un adulto. Manolito, que adora a su padre y al camión, recibe la noticia con tanto entusiasmo como si le estuvieran proponiendo ser astronauta en una base lunar de la nasa. por fin va a entrar en el mundo de los hombres mayores, de los que salen de casa para buscar el sustento de sus familias. Así que se van los dos juntos, y aquí empieza la auténtica aventura de manolito, el descubrimiento del mundo de los adultos: la dureza de las largas jornadas de trabajo, la soledad de las carreteras, el compañerismo con los otros colegas del sector del camión, los momentos de respiro en los restaurantes que frecuentan, etc. Pero para Manolito no parece ser suficiente y con su habitual tendencia al desastre provocará un enredo entre camiones (subiéndose él por error en una parada a uno que no es el de su padre y quedándose dormido dentro) que tendrá a toda la familia en vilo por una noche pero que acabará reuniéndose después de pasado el susto en un precioso pueblo de la costa. De manera que el azar y las travesuras del niño conseguirán que, por lo menos, puedan pasar todos juntos un par de días en la playa. Ahora, mi pequeño personaje quiere ser estrella de cine, y yo tengo la necesidad de cuidarlo, porque ya saben lo que pasa con algunos niños prodigio, que se descarrilan, por eso le he buscado el mejor padre adoptivo que podía tener, se llama Miguel Albaladejo, y estoy tan segura de que va a tratar a mi manolito con tanto respeto como lo trato yo, que le deseo, de verdad, que la fuerza le acompañe y que los niños españoles tengan al fin el héroe cinematográfico que se merecen.